La fisioestética trata las alteraciones estéticas con medios propios del fisioterapeuta. Se ocupa de favorecer la regeneración de la piel y cuidar los problemas estéticos postquirúrgicos y de orden degenerativo, desde una doble vertiente: estética y salud.
La fisioestética ayuda a mejorar la piel agilizando los procesos de regeneración, potenciando la recuperación del trofismo celular, para así activar el rejuvenecimiento de los tejidos implicados, mediante técnicas que mejoran el riego sanguíneo local, disminuyendo las sustancias tóxicas, aportando oxígeno y acelerando los procesos de reparación celular.
Se tratan patologías y problemas de la piel como la psoriasis, acné, eczemas, dermatitis, hiperpigmentación, arrugas, cicatrices. También es muy eficaz en celulitis, reafirmación de senos, abdomen y glúteos, remodelación facial (“liftings”) y corporal, estrías, linfedemas, flebitis, anti-aging (tratamiento del estrés oxidativo)…

